En lo que a viajar se refiere, no hay nada como la libertad de una carretera. Por supuesto, las visitas guiadas tienen sus ventajas: cubres mucho terreno y obtienes información sobre los sitios que visitas. Pero hacerlo por tu cuenta es llevarlo al siguiente nivel. ¿Cuántas veces en la vida tenemos la oportunidad de ir a dónde nos apetece y hacer lo que queremos? Si eliges alquilar un coche en islandia, esa flexibilidad te aportará horas extras. La única dificultad con la que te encontrarás es decidir qué visitar, pero también hemos pensado en eso. ¿Por qué no usas este mapa para ayudarte a planear el viaje de tu vida?
Islandia y el Blue Lagoon
Supongamos que recoges tu autocaravana en el principal punto de llegada del país, el aeropuerto internacional Keflavik. La mayoría de vuelos aterrizan en este equipado aeropuerto que se encuentra a 45 minutos de Reykjavik, la capital. Si no puedes esperar a empezar tu aventura en la carretera, entonces te recomendamos que hagas una parada en la increíble Blue Lagoon.
Este balneario geotérmico es el más famoso del país, relajarse en sus aguas calientes al aire libre tiene algo de gloriosa indulgencia. Aplícate un poco de ese lodo de sílice tan beneficioso para tu piel, y una vez que decidáis quien va a ser el conductor para el resto del día, toma una bebida en el bar de la piscina. Hay baños termales más baratos, pero es difícil encontrar algo que iguale la escenografía de la Blue Lagoon, sin comprometer la calidad. Cuando finalmente consigas salir del agua, encontrarás duchas calientes, suaves toallas y secadores, y un excelente restaurante.
Península de Snæfellsnes: Viaje al centro de la tierra
Conducir en Islandia es un absoluto placer. Las carreteras están en muy buenas condiciones y claramente señalizadas. Comparado con otros países europeos, el tráfico es ligero y los conductores son educados. Con unas vacaciones de un par de semanas, se puede dar la vuelta al país sin sentirte apurado. Coge el mapa de Islandia, gira a la izquierda en Reykjavik y dirígete a la bonita península de Snæfellsnes. Gran parte ocupada por el Parque Nacional Snæfellsnes, donde Julio Verne encontró inspiración para su aclamada novela “Viaje a centro de la tierra”. Destaca la salvaje costa de Lóndrangar con sus pilares en el mar y el peculiar pero irresistible museo de tiburones de Bjarnarhöfn, donde si te atreves puedes probar el hákarl (tiburón fermentado podrido).
Norte de Islandia: La encatandora y remota Islandia
Siguiendo hacia el norte, la Ring Road te lleva hasta la segunda ciudad de Islandia, Akureyri. Pero no quieras darte tanta prisa. Toma el desvío hacia Látrabjarg uno de los mejores lugares para la observación de aves. Sus acantilados son el hogar de enormes colonias de frailecillos y alcas, alcatraces, águilas de cola blanca y golondrinas árticas, no tienes que ser un experto para quedar maravillado.
No muy lejos encontramos la aislada Reserva Natural Hornstrandir, en el extremo noroccidental del país. Se caracteriza por kilómetros de tundra y prados de flores, y también por la ausencia de tráfico y habitantes. Ponte las botas de caminar y dirígete hacia Hornbjarg para una de las caminatas más gratificantes del país. No hay alojamientos por aquí, pero es uno de los mejores lugares de Islandia para hacer camping.
Dettifoss y Godafoss: La bella y la bestia
Akureyri tiene todo lo que esperarías de una pequeña ciudad: tiene un museo de arte para mostrar talento local e internacional, muchos restaurantes y cafés e incluso un jardín botánico. Su catedral cuenta con preciosas vidrieras, una de ellas fue trasladada desde la Catedral de Coventry (UK) para protegerla durante la II Guerra Mundial, y permanece ahí desde entonces.
Las pistas de esquí de Hlíðarfjall Mountain reúnen a multitudes y se puede practicar esquí de fondo en el fiordo Eyjafjördur. No muy lejos de Akureyri está la catarata de Goðafoss, origen de leyendas. Cuenta la leyenda que cuando Islandia se convirtió al cristianismo, el legislador Þorgeir arrojó estatuas paganas a las aguas de Goðafoss. Si estás por la zona, anota también Dettifoss, otra majestuosa cascada - créenos, nunca te cansarás de las cascadas islandesas. Se la suele conocer como la Bestia, frente a la Bella Goðafoss, por la inmensa cantidad de agua cae en cascada por el acantilado.
Un corto viaje hacia el este te lleva al lago Mývatn, formado como resultado de una erupción volcánica. No te pierdas los manantiales de sulfuro de Hveraströnd, la caldera Krafla, y los baños naturales de Mývatn, la versión local de la Blue Lagoon. Si continúas hacia el norte, la carretera te llevará hasta la capital para los avistamientos de ballenas, Husavik. Además de las excursiones en barco, también tienes un fascinante museo de ballenas. Hacia el noreste, conviene dirigir la autocaravana hacia Arctic Henge, una de las atracciones más recientes. Llamado Heimskautsgerðið por los locales, el monumento tiene unos impresionantes 50 metros de ancho y contiene 72 piedras, cada una con el nombre de un enano.
La costa sur de Islandia
Continúa hacia el sur, a través del asentamiento más grande del este, Egilsstaðir. La Ring Road te conduce hacia Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa y el parque nacional más grande de los tres que hay en Islandia. En verano, los operadores turísticos llevan a los visitantes por la superficie de este inmenso cuerpo de hielo en un emocionante paseo en moto de nieve.
En invierno, las enormes cuevas de hielo son lo suficientemente seguras para ser visitadas, incluyendo la espectacular cueva azul Crystal Cave cuyo techo se vuelve casi translúcido cuando la luz la atraviesa. En cualquier época del año, no te pierdas la joya de la costa sur, la laguna Jökulsárlón. Aquí, los icebergs se desprenden del glaciar y lentamente se van desplazando hacia el mar, donde son empujados hasta la costa con la marea. En verano, barcos anfibios te acercan hasta los icebergs. En invierno, podrías tener la suerte de ver auroras boreales bailando sobre el agua. Es uno de los lugares más bonitos de Islandia, y eso significa mucho, pues muchos de los paisajes del país son absolutamente impresionantes.
Tómate tu tiempo por Islandia:
¡vistas como éstas son demasiado buenas para apresurarse!
No debes apresurarte en la recta final. Detente a admirar el cañón de musgo verde, como de cuento de hadas, de Fjaðrárgljúfur, y camina desde la carretera para ver los restos del avión DC-3 estrellado en Sólheimasandur. Sube hasta lo alto de la colina junto a la magnífica cascada Skógafoss para disfrutar de vistas panorámicas del océano y de la costa. También querrás parar en Seljalandfoss y caminar por detrás de la cortina de agua.
Un desvío final, de camino a Reykjavik, es para ver el trío del famoso Golden Circle. Garantizado que dirás “Guau” cuando veas la erupción de Strokkur, el más grande de los geysers de Geysir. Prepárate a repetirlo cada pocos minutos, ya que este chorro de agua es muy prolífico. Muy cerca, la catarata Gullfoss rivaliza con sus competidoras en magnitud e impacto. Es probable que te mojes con el vapor que desprende, pero eso forma parte del encanto.
El tercer elemento es un poco diferente: þingvellir National Park, es donde solía reunirse el antiguo parlamento de Islandia, Alþing. El escenario, una grieta entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática, es todo lo dramático que esperas de un viaje a Islandia y más. Las transparentes aguas naturales de Silfra son el escenario para el mejor buceo y snorkel, aunque son tan frías que agradecerás el traje de neopreno.
El final de una aventura por Islandia
Ya casi está: dirige tu coche hacia Reykjavik y apárcalo para recorrer las calles de esta encantadora capital. Con monumentos como las impresionantes columnas de la iglesia Hallgrímskirkja, la deslumbrante sala de conciertos Harpa junto al puerto y muchos museos de renombre mundial, tiene mucho para ver. Pero, ¿cuál sería un final apropiado? Aparca junto a la icónica escultura Sun Voyager al anochecer, guarda el mapa de Islandia y brinda por la exitosa finalización de un viaje épico.