Sitios vikingos en Islandia: los 9 mejores lugares vikingos
- Scandinavian Travel
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Atravesar Islandia en busca de sus huellas vikingas es como abrir un libro milenario con páginas que se leen en piedra, madera y leyendas.
En estas líneas, exploramos con curiosidad auténtica esos lugares donde los pueblos nórdicos dejaron su impronta: restos vikingos, aldeas vikingas, museos llenos de historia y vivencias que invitan a imaginar su día a día. ¿Listos para viajar en el tiempo? Comencemos.
Eiriksstadir: la granja de Erik el Rojo
Eiríksstaðir es hoy un museo viviente que recrea la vida en el siglo X en la casa del legendario Erik el Rojo, padre de Leif el Afortunado. Allí, una réplica fiel de su casa comunal permite sentarse junto al fuego, escuchar las sagas y probar oficios como teñir lana o blandir una espada.
Este sitio, casi un poblado vikingo en miniatura, es perfecto para comprender cómo era la vida cotidiana de aquellos primeros colonos, con detalles tan auténticos como la estructura de turba del techo y la disposición íntima del interior. Llegar hasta aquí en coche, admirando el paisaje islandés por el camino, hace que la experiencia se sienta aún más especial.

Museo Mundo Vikingo (Víkingaheimar)
Junto al aeropuerto de Keflavík se encuentra este museo vikingo Islandia imprescindible, pequeño pero muy significativo. Su joya es el Íslendingur, una réplica funcional de un barco vikingo que cruzó hasta Terranova en el año 2000, recreando la ruta de Leif Erikson.
Dentro, las exposiciones como El islandés, Los vikingos del Atlántico Norte, La colonización de Islandia y El destino de los dioses permiten recorrer desde las leyendas de conquista y mitos hasta los primeros pobladores de Islandia, con arte y sonido envolventes.

El islandés
La exposición llamada El islandés nos invita a reflexionar sobre la identidad del pueblo vikingo en Islandia. No se trata solo de espadas y barcos, sino de cómo los primeros colonos se adaptaron a un territorio duro y aislado, creando una cultura única.
A través de piezas arqueológicas, réplicas de utensilios y relatos interactivos, se puede comprender cómo la vida cotidiana se convirtió en un ejercicio de resistencia y creatividad. Este recorrido muestra al islandés no como un guerrero lejano, también como un ser humano con familia, tradiciones y sueños.
Los navegantes del Atlántico Norte
Los vikingos fueron exploradores incansables, y esta parte del museo lo demuestra. La sección está dedicada a los marineros que se atrevieron a cruzar las aguas del Atlántico Norte en busca de nuevas tierras.
Mapas, reconstrucciones y el imponente barco Íslendingur dan contexto a un legado de aventura que llevó a los nórdicos hasta Groenlandia y Norteamérica. Lo sorprendente es que, al recorrer esta muestra, uno siente la audacia y el ingenio de aquellos que surcaron mares indomables con embarcaciones de madera.
La colonización de Islandia
Esta exposición se centra en el momento fundacional de la isla. La llegada de los primeros colonos, en torno al siglo IX, marcó el inicio de una sociedad que todavía hoy mantiene muchos de esos vínculos con su pasado vikingo.
En el museo se narran las rutas de asentamiento, la forma en que construían sus primeras casas de césped y cómo organizaron comunidades en torno a clanes familiares. Es un relato vivo de cómo lo inhóspito se transformó en hogar gracias a la determinación vikinga.
El destino de los dioses
El cierre de la experiencia museística nos adentra en el mundo espiritual de los vikingos. Aquí se presentan las creencias, mitos y la cosmovisión nórdica, donde dioses como Odín, Thor o Freyja guiaban el destino humano.
Paneles y representaciones artísticas cuentan cómo esas divinidades explicaban la naturaleza y daban sentido a la vida de los islandeses. Salir de esta sala es llevarse un pedazo de la mitología que aún late en la cultura islandesa contemporánea.
Asentamiento vikingo en Hafnarfjörður
Ubicado cerca de Reikiavik, este poblado vikingo recrea la atmósfera de una aldea en la que la comida, el canto y la escenografía imitan la era nórdica auténtica.
Cenas servidas en vajilla tradicional, acompañadas de valquirias que cantan, invitan a participar en un concierto-vikingo. Es una experiencia sensorial única para quienes buscan un toque festivo de cultura vikinga.

Snorrastofa: centro cultural medieval
Aunque no se ha citado directamente en las búsquedas, Snorrastofa merece mención por su papel cultural. Es un centro dedicado a preservar la obra de Snorri Sturluson, poeta, historiador y legislador islandés del siglo XIII.
Aquí se puede sentir la fuerza de la narrativa vikinga que relata sus sagas, en un ambiente que rinde homenaje a la tradición oral y literaria que mantuvo viva la historia nórdica.
Ruinas de Hrafna-Flóki
En los fiordos occidentales, estas ruinas vikingas evocan la historia del explorador Hrafna-Flóki, quien, tras varios errores de navegación, dio nombre a Islandia. Además, en este entorno se dice que Snorri Sturluson creó gran parte de su obra, base de nuestra comprensión de la mitología nórdica.
Visitar este sitio permite conectar con los primeros pasos vikingos en estas tierras y aspirar a comprender la dualidad entre exploración y leyenda.

Keldur: granja histórica con casas de césped
Aunque no fue incluida con detalle en los resultados, Keldur es conocida por ser una de las estructuras más antiguas de Islandia, con casas subterráneas o cubiertas de césped que datan de los siglos XII–XIII. Estas viviendas estaban integradas al entorno y servían como refugio y granero.
Imagina estar dentro de una casa cubierta de hierba, donde la arquitectura se funde con el paisaje y el pasado parece susurrar en cada muro.

Skallagrímurgarður: parque conmemorativo
En Borgarnes, se encuentra el túmulo funerario del legendario Skalla-Grímur, padre del escandaloso y famoso Egill Skallagrímsson (de la Saga de Egil).
Es una parada perfecta para quienes buscan restos vikingos que unan historia, saga y espacio abierto, donde adentrarse en la narrativa de sangre, legado y lealtad que definió a los colonizadores nórdicos.
Cairn Grettisvarda: el mojón de Grettir
Aunque no aparece en los hallazgos, esta referencia tiene su peso literario: Grettir el Fuerte es otro héroe de las sagas islandesas. El "mojón" o hito conmemorativo asociado a su historia es una buena excusa para hablar de cómo los monumentos físicos conservan memorias de hechos narrados hace siglos.
Encender la imaginación ante esos hitos es comprender que Islandia es, también, tierra de leyendas palpables.
Estudio de Retrato Vikingo Mink
En el centro de Reikiavik está el fenómeno contemporáneo de lo vikingo: un estudio donde puedes convertirte en guerrero nórdico por un rato. Con vestuario artesanal, armas auténticas y orientación que proviene de cine (incluidos rodajes como Juego de Tronos), esta experiencia se ha convertido en referencia para retratos únicos.
Islandia ofrece un viaje vibrante al pasado que va más allá de lo óseo o museístico: es una vivencia de sagas, estructuras, recreaciones, mitos y sabores. Desde las casas de turba y los barcos réplica del Museo Mundo Vikingo hasta las ruinas dispersas y los retratos transformados, este país revive la era vikinga con autenticidad.
Nosotros, como viajeros curiosos, salimos de cada sitio con una mezcla de admiración, emoción y ganas de contar historias a otros. Así que, si estás planeando esta ruta, ¿por qué no asegurar ya un coche que te lleve sin límites por la Islandia medieval? Échale un ojo nuestra flota en Islandia Car y prepárate para abrir puertas que llevan a otra época.